El Gobierno de Brasil planteó la necesidad de desarrollar tal sistema al conocerse el hecho de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU escuchaba conversaciones telefónicas e intervenía el correo electrónico de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y sus principales asesores.
El director del departamento de tecnologías de banda ancha del Ministerio de Comunicaciones de Brasil, Arthur Coimbra, afirmó en una entrevista exclusiva a Sputnik Brasil que este satélite podrá garantizar una transmisión más segura de la información tanto en la esfera de la administración del Estado como en la militar y contribuirá a extender el servicio de Internet de banda ancha a todo el país.
Coimbra recalcó que existe mucha diferencia entre poseer un satélite propio y usar redes privadas, en que la información puede interceptarse.
Brasil tenía satélites propios de comunicaciones militares antes de 1998, año en que fue privatizada la compañía Embratel, y desde entonces disponía solo de unos de órbita baja, que usó para el monitoreo del entorno, especialmente de la región del Amazonas.
Coimbra indicó confiar en que el lanzamiento del satélite geoestacionario fortalecerá la soberanía de Brasil en materia de comunicaciones. El satélite se construye en Cannes, Francia, en la compañía franco-italiana Thales Alenia Space (TAS), las obras se realizan bajo supervisión de Visiona Tecnología Espacial, empresa conjunta fundada por las compañías brasileñas Embraer (51 %) y Telebrás (49 %).
Después de lanzado, este aparato de 5,7 toneladas orbitará la tierra a la altura de 35.786 kilómetros, empezará a funcionar en el primer trimestre de 2017, tras varios meses de testado. Su vida útil es de más de 15 años.
Las relaciones entre Brasilia y Washington se han resentido durante casi dos años desde que, en julio de 2013, el periodista estadounidense Glenn Greenwald dio a conocer que el país sudamericano era uno de los principales blancos del programa mundial de espionaje de la NSA.
Desde el 6 de junio de 2013, fecha en que fue publicada la primera parte de los documentos del excontratista de la NSA Edward Snowden sobre el programa masivo de vigilancia de Estados Unidos, se han filtrado con frecuencia datos que confirman el escándalo del Gobierno de Washington, que no solo expió a sus propios ciudadanos, sino a los de otras naciones, e incluso a las autoridades gubernamentales de sus aliados.
Fuente/Hispantv
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