La última versión del sistema autopropulsado de misiles antiaéreos Buk, el Buk-M3, se incluirá en el inventario de las fuerzas de defensa antiaérea rusas a finales de 2015 y, a partir de 2016, se incorporará a las tropas, anuncia una fuente del Ministerio de Defensa ruso a la agencia de noticias TASS.
Según la fuente de TASS, el sistema de defensa antiaérea Buk-M3 tiene un alcance de 70 km, 25 km más que su predecesor.
Además, el nuevo sistema supera en una serie de parámetros al modelo de largo alcance S-300.
“El resultado de las pruebas estatales demuestra que, en algunas de sus especificaciones técnicas, el equipo no solo cumple plenamente sus objetivos, sino que además es comparable al S-300, sistema al que llega a superar en algunos indicadores”, comentó el portavoz de la agencia.
“Ante todo estamos hablando de la probabilidad de impacto, que en el Buk-M3 es de 0,9999, nivel que no alcanza el S-300”, señaló el portavoz. “Además, se ha aumentado el alcance máximo del equipo en 25 km con respecto a su predecesor, llegando a los 70 km”, añadió.
En abril se aprobó el equipamiento del ejército ruso con este sistema. “Ahora, para la incorporación del Buk-M3 a las tropas, se tendrán que efectuar las pruebas Estatales pertinentes. Se prevé que estás se realizarán en el mismo polígono este verano.
En caso de que los resultados sean satisfactorios, el sistema se incorporará al ejército en otoño de este año”, confirmó el portavoz.
Anteriormente se anunció que, el nuevo modelo de la familia Buk se incorporaría al ejército antes de que acabara 2015. Se espera que el nuevo equipo siga la línea de los sistemas de defensa antiaérea Buk. La anterior versión, el Buk-M2, se considera actualmente uno de los modelos más efectivos de su clase. Aunque se diseñó en 1988, no se comenzó a fabricar en serie hasta 15 años después.
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